Principios de la vida slow

“El mayor beneficio de parar es poder recuperar el tiempo y la tranquilidad para conectar con otras personas, con la cultura, el trabajo, la naturaleza y con nuestro propio cuerpo y mente”. Carl Honoré 


Aunque cuando pensemos en Slow Life generalmente nos vengan a la mente fotos de cabañas en el campo, vestidos de lino y bayas en el bosque, una vida slow es mucho más profunda que todo eso. La slow life es una mentalidad a través de la cuál creamos un estilo de vida significativo y consciente alineado con aquello que más valoramos en la vida. Este estilo de vida se centra en dar valor a lo realmente importante para nosotros y poder dedicarle así el tiempo que se merece. 

Desde parar a tomar un café y escuchar los pájaros por la mañana a disfrutar de una comida con amigos o jugar con tus hijos sin interrupciones ni redes sociales, por ejemplo.

Si bien la traducción de slow es lento, no buscamos disminuir nuestra velocidad por defecto. La velocidad no es negativa per sé. Gracias a ella el mundo ha podido crecer como lo ha hecho y podemos usar la tecnología que usamos, coger un avión cuando lo necesitamos, etc. Es el hecho de que la velocidad se haya convertido en una especie de religión y cada vez nos sintamos más ocupados que nunca, que cada vez tengamos más estrés, de que responder a un ‘hola qué tal’ con un ‘no paro’ parece que está bien, que nos ha hecho plantearnos si quizá esto no se nos ha ido un poco de las manos. Si quizá poder parar de vez en cuando, evaluar, vivir más en el presente, relativizar y sobre todo poder elegir a qué dedicar tiempo y esfuerzo en nuestra vida sea necesario. Si quizá poder llevar una vida más consciente, en la que poder apagar el piloto automático y vivirla de manera plena puedan ser cosas interesantes.

En The Slow House pensamos que sí, por eso nuestra intención es poder darte todas las herramientas en nuestra mano para que tú también puedas lograrlo. A tu manera. Y por supuesto, a tu ritmo. Encontramos tantas ventajas de llevar un estilo de vida slow que queremos compartirlo contigo. Y para vivir en este estilo de vida no es necesario vivir en el campo y tener todo el tiempo del mundo. Somos conscientes de que la vida en las ciudades de hoy en día es difícil. Con trabajos que muchas veces nos llevan a estar en la oficina hasta las ocho o nueve de la noche, con responsabilidades como las que vienen por tener una familia, etc. Pero sabemos que vidas tan complicadas con la mentalidad adecuada son mucho más interesantes, satisfactorias e incluso productivas (sí productivas). 

La mayoría de nosotros no desea sustituir el culto de la velocidad por el culto a la lentitud. La rapidez puede ser divertida, productiva y potente, y seríamos más pobres sin ella. Lo que el mundo necesita y lo que el mundo Slow ofrece, es un camino intermedio, una receta para casar la dolce vita con el dinamismo de la era de la información. El secreto está en el equilibrio…”

- Carl Honoré

¿Y qué entendemos por un estilo de vida slow?

Como hemos dicho vivir de manera slow es apagar el piloto automático y vivir de manera consciente y significativa. Es poder elegir, y dedicarle tiempo y energías a lo realmente importante para nosotros. Es salud y bienestar. Es poder irnos a la cama satisfechos con nuestras elecciones, alineadas con nosotros mismos y nuestros valores, y poder dormir a pierna suelta. En resumen, es poder tener una vida plena y más coherente con uno mismo.

"Lo más importante en la vida es que lo más importante sea lo más importante". -Stephen Covey

Para poder llevar este estilo de vida es necesario tener en cuenta diferentes aspectos. Te presentamos a continuación los pilares sobre los que se sustenta este estilo de vida:

  • Afrontar la vida con un enfoque más lento, sereno y calmado.  Nuestra sociedad tiende a premiar la rapidez, la productividad sin sentido, el estar siempre ‘ocupados’. ¿Cuántas veces no has intentado quedar con amigos y has recibido un ‘lo siento, estoy ocupado’ por respuesta? No se trata de no hacer nada o poco, sino de hacerlo con cabeza, sabiendo qué es aquello que nos acerca a la vida que queremos conseguir.

  • Enfocar tu vida en torno a tus prioridades y tu propósito. Definir cuál es tu propósito, qué te hace feliz, a donde quieres llegar y actuar acordemente. Definir tus prioridades. Aprender a decir no a aquello que no está alineado con ellas. En fin, vivir la vida de manera más intencional.

  • Vivir en el presente.  Estar conectado con el presente te permite apreciar las cosas del día a día, esas pequeñas cosas que te hacen feliz y vivirlas intensamente. También te permite conectar mucho mejor contigo mismo y poder hacer ese trabajo de introspección tan necesario para comprender qué es importante o no para ti.

  • Conectar con tu entorno y comunidad. Un estilo de vida slow pone de relevancia la importancia de cultivar las relaciones de calidad. En dedicar tiempo a esas relaciones que realmente te aportan, en volver a redescubrir el arte de la comunicación, de compartir hobbies, sentarnos alrededor de una buena mesa…

  • Consumir menos y mejor. Una vida slow no centra la felicidad en torno a los bienes materiales sino a los experienciales. Esto no quiere decir que no podamos tener bienes o que tengamos que ser minimalistas, sino que no pongamos el foco en ellos de manera principal, que seamos intencionales a la hora de consumir y tendamos a llevar una vida algo más simplificada. Además la inherente conexión a la naturaleza nos lleva a consumir de manera más responsable y sostenible.

  • Hábitos saludables y autocuidado. Querernos a nosotros mismos debería ser una de nuestras prioridades y la mejor manera de mostrar esto es cuidando de nosotros. El autocuidado como encontrar ratitos de disfrute, de descanso, así como llevar un estilo de vida saludable (cuidando de nuestra alimentación, nuestro descanso, haciendo ejercicio y gestionando nuestras emociones) es clave en esta filosofía slow.

Como ves llevar una vida slow es construir una vida intencional en torno a tus prioridades, más simplificada para poder centrarte en ellas y sobre todo estar muy conectados con nosotros mismos, con el presente y con nuestro entorno. En definitiva, una vida más simple, sostenible y con sentido.

Anterior
Anterior

EVENTO Hiperestimulación vs Meditación y silencio.